martes, 23 de julio de 2013

Hail, Deutschland!


Somos conscientes en los países del Euro-Sur (Portugal, España, Italia, Grecia, Malta, Chipre…) del retroceso en los derechos, libertades y prestaciones que estamos sufriendo o, anestesiados por la crisis, aceptamos como algo pasajero y temporal dichos retrocesos? El último ejemplo lo tenemos en la visita del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, a Grecia, que ha supuesto la limitación del derecho a la libre manifestación en el centro de Atenas durante once horas, prohibiendo la reunión de más de tres personas que porten pancartas o griten consignas.
Esta medida ya se impuso en la última visita que hizo a Atenas la canciller alemana, Angela Merkel, en octubre de 2012. Y parece que los griegos, con mayor o menor resignación, han aceptado sin más la restricción de su derecho a la libre manifestación para no molestar a un Gobierno ajeno. El precedente es muy grave aunque, lamentablemente, uno más de los que se suma a la lista de recortes de derechos y libertades en los países del Euro-Sur.
Y todo para no llevar la contraria al Gobierno alemán, que está convirtiendo al Euro-Sur en su coto privado de caza, imponiendo a sus países unas durísimas condiciones y reformas económicas a cambio de rescates financieros que tienen como objetivo principal el reintegro de la deuda que dichos países tienen contraída principalmente con las entidades financieras alemanas, que durante años financiaron alegremente la expansión económica del Euro-Sur sin advertir a nadie de los riesgos, para no reducir los beneficios que dichas entidades financieras obtenían de aquella orgía de préstamos y créditos.
Además de pasear por el centro de Atenas sin que ningún humillado griego lo moleste, el señor Schäuble se permite el lujo de instruir a los gobiernos del Euro-Sur a que cumplan con las reformas laborales impuestas a cambio de los rescates financieros otorgados, entre los que está el de España, que fue un rescate destinado íntegramente a la banca. Y, así, acaba de decir que la limitación al despido de los trabajadores mayores impide la contratación de trabajadores jóvenes, pero que dicha limitación está bien porque impide que los más veteranos, con más experiencia, puedan ser despedidos, aunque eso mismo dificulte la contratación de jóvenes. ¿En qué quedamos, señor Schäuble?
¿Qué mensaje está enviando Schäuble a los gobiernos del Euro-Sur, que reduzcan aún más las indemnizaciones por despido a los trabajadores indefinidos y que, además, eso se pueda hacer con carácter retroactivo, vulnerando incluso ese principio fundamental de algún ordenamiento jurídico como el nuestro, el español?
¿Por qué no se aplica Schäuble su propia receta y dimite, con una indemnización ridícula, dando paso a un ministro de Finanzas mucho más joven que él?
Franci Xavier Muñoz
*Secretario de Organización de ISI ES